Los conflictos suelen ser un
fenómeno común en las escuelas entre el alumnado, y un motivo de preocupación
para los maestros e instituciones educativas. Dichos conflictos suelen emerger
de situaciones donde el alumnado no es capaz de gestionar de manera adecuada
las emociones negativas (perder, burla, insulto).
La Educación Física dispone
de diferentes acciones motrices para educar las relaciones interpersonales del
alumnado. El RD 126/2014 de 28 de febrero por el que se establece el currículo
básico para la educación primaria recoge las siguientes:
- Acciones motrices individuales en entornos estables.
- Acciones motrices en situaciones de oposición.
- Acciones motrices de colaboración con o sin oposición.
- Acciones motrices en situación de adaptación al entorno.
- Acciones motrices en situaciones de índole artística o de expresión.
Existen varias investigaciones
que examinan los efectos de los juegos de oposición en la aparición de
conflictos motores en las clases de Educación Física. Y ponen de manifiesto que
la competición acentúa los conflictos entre el alumnado y la intensidad de las
emociones negativas.
Con esto, no quiero decir, que
desterremos los juegos de oposición ni la competición. Estas investigaciones me
invitan a reflexionar sobre las distintas variables que pueden influir en la
aparición de conflictos en las clases de Educación Física. Todo va a depender
del contexto que nos encontremos a la hora de llevar a cabo nuestra práctica
docente. Es obvio, que si tenemos un grupo de alumnos/as emocionalmente
inteligentes, la práctica de juegos de oposición y la competición se podrá
llevar a cabo como un contenido más de nuestra área, puesto que nuestros
alumnos/as percibirán el juego como disfrute y diversión, viendo esa
experiencia lúdica bajo el modelo “todos ganamos” (jugamos, disfrutamos, nos
divertimos y vivenciamos emociones positivas). En el caso contrario, donde el
grupo pueda tener carencias en relación a la inteligencia emocional, cada
acción o estímulo podrá verse como un obstáculo, desencadenando emociones
negativas (ira, rabia, rechazo), ante cualquier éxito del rival. La persona se
instala en el modelo “ganar-perder” y no es capaz de obtener bienestar si no es
ganador. En esta situación es cuando se generan el mayor número de conflictos. (¿Por
qué te peleas? Conflictos motores y emociones negativas en la clase de
Educación Física: el caso de los juegos de oposición)
Todo ello me invita de nuevo a
reflexionar sobre mi práctica docente, sobre los errores cometidos en el
pasado, sobre cómo mejorar mi práctica docente y que repercuta positivamente en
el aprendizaje de mis alumnos/as. Un compañero de profesión en una entrevista
dijo la siguiente frase: “tenemos que aprender que el error es el primer paso
para dar con la respuesta correcta”. Estoy totalmente de acuerdo con él, la
equivocación te muestra el camino a seguir.
Hoy en día, existen numerosas
investigaciones que ponen de manifiesto la forma de minimizar los conflictos en
las clases de Educación Física. Optar por una estructura cooperativa reporta
numerosos beneficios al aprendizaje de nuestro alumnado, entre sus ventajas
podemos destacar las siguientes:
- Actividades motivadores, divertidas y que se salen de lo cotidiano.
- Favorecen el desarrollo social de los alumnos/as: Mejora de las relaciones interpersonales (saber escuchar, respetar y ayudar a los demás, pedir perdón, animar, compartir, confiar en los demás, esperar turno, respeto de normas, trabajar en equipo)
- Favorecen el desarrollo personal: Mejora de la relación intrapersonal (autoestima, autonomía, autoconfianza, autoconcepto, esfuerzo, superación, autorregulación, control emocional)
- Desarrollo de la inteligencia emocional, una vez que nuestro grupo desarrolle este tipo de inteligencia, seremos capaces de hacer cualquier cosa.
Hay que buscar un giro en nuestra
práctica docente, implementar aquellas metodologías que aporten más beneficios
a nuestro alumnado. Sé que no es fácil, que muchas veces uno tiene miedo a
equivocarse, a buscarse problemas. Pero precisamente el error será el encargado
de mostrarte el camino.
¡A equivocarse!
“Buscar el lado positivo de los
problemas nos fortalece, pues no es una pérdida de tiempo idear soluciones para
futuros contratiempos; si no aparecen, no se ha perdido nada, si lo hacen, nos
pillan preparados”. Joan Vaello Orts.