Hemos de reconocer que los recortes han hecho estragos en la educación de este país, menos maestros, menos recursos, menos dinero pero los problemas siguen estando presente(ratio de alumnos, instalaciones, recursos materiales), una situación que indigna al colectivo docente y con razón. Bajo mi punto de vista, y creo que compartiré opinión con la mayoría de mis colegas, sólo pedimos una cosa, condiciones óptimas para trabajar, que nos permitan dar lo mejor de nosotros mismos y sacar el máximo partido de nuestro alumnado.
Si luego hablamos de las asignaturas del currículum, nos encontramos con asignaturas de primera y otras de segunda. En este segundo carro nos encontramos con la gran olvidada Educación Física, hay excepciones, pero en la mayoría de los casos se dispone de poco dinero para renovar o comprar nuevo material y mucho menos para instalaciones deportivas adecuadas. Aquí es donde quiero centrar mi post de hoy. No entiendo como pueden existir centros de primaria sin instalaciones adecuadas (sin gimnasios, sin porches, patios con mal drenaje). Sin embargo, si nos centramos en los últimos estudios de la neurociencia, vemos como la actividad física influye en el proceso de aprendizaje de nuestros alumnos. Pero, a pesar de ello, no se apuesta fuerte por dicha asignatura y sigue considerándose de segunda, menos para los que nos dedicamos a ella, que la consideramos la más importante de todas las que se dan en el currículum.
Echas una mirada por centros escolares de Europa y E.E.U.U. y cuentan con unas instalaciones impresionantes. Pabellones acondicionados para poder dar clase dos o tres maestros de Educación Física cada uno con su clase. Condiciones óptimas para trabajar, para poder resguardarse del frío en invierno y del calor en épocas cercanas al verano. ¡Sentido común! Y apuesta fuerte por la salud y la calidad de vida.
Fuente: CVE |
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A modo de conclusión, voy a pedir un deseo (ya sé que los Reyes ya han pasado por mi casa) pero de ilusiones se vive. Espero que la nueva ley educativa apueste fuerte por la Educación Física, que le dé la importancia que se merece, dotándola de más horas y de mejores instalaciones. Estoy seguro que favorecerá los procesos de aprendizaje de nuestro alumnado y, a la vez, los hará más felices. Además de evitar que tanto el alumnado como el profesorado de Educación Física se "muera" de frío en invierno y se "derrita" de calor en épocas cercanas al verano. Pudiendo así, disfrutar de nuestra área, y no tener que estar mirando todos los días el tiempo para poder llevar a cabo la programación o tener que cambiarla en función de las condiciones climatológicas.
Un abrazo a todos.