Ya está aquí, ya llegó, ya tenemos la vuelta al cole. Después de dos meses merecidos de vacaciones nos encaminamos a vivir los últimos días de este descanso para ir dando forma a la vuelta a las clases. Los niños/as llegarán repletos de energía incontrolada, deseosos de ver a sus amigos/as, a sus maestros/as (a algunos no querrán verlo/a ni en pintura), asiosos de que empiece la nueva función, la del nuevo curso. Donde todos ellos serán los PROTAGONISTAS de una nueva obra, la de su aprendizaje, una obra fundamental en su vida y que asentará los pilares donde se cimentará todo su SER. En ella también son importantes los actores secundarios (entramos en juego los MAESTROS) que desde la ilusión y el corazón trataremos de transmitir todo aquello que sabemos a cerca de las diferentes materias así como una serie de valores tan importantes como el respeto, la solidaridad, la empatía, el trabajo en equipo, la amistad, tan olvidados en la sociedad actual. También es importante resaltar la importancia de un buen escenario (entra en juego el COLEGIO y las AULAS), donde nos encontraremos un colegio preparado para recibirnos con los brazos abiertos, y unas aulas que se habrán aburrido mucho durante el verano sin nadie que les diera "vida". Por ello estamos esperando a que llegue ese día, ese día en el que se abran las puertas, ese día en el que se produzcan los reencuentros con nuestros amigos/as, nuestros maestros/as y nuestro cole y aula, para poder empezar a decir: "LUCES, CÁMARA Y ACCIÓN".
Un saludo a todos. Ya estamos de vuelta.
miércoles, 24 de agosto de 2011
sábado, 20 de agosto de 2011
Poner el corazón.
Aquí os dejo el comentario que expuse en el blog de nuestro compañero y amigo Dº Miguel Ángel Santos Guerra, sobre uno de sus artículos, en relación a la necesidad de poner todo nuestro corazón y nuestro empeño en todo aquello que hacemos o a lo que nos dedicamos.
Comentario de Esteban de las Heras García el Agosto 20, 2011 a las 12:48 pm
Está claro que las cosas que se hacen con el corazón,con ilusión y motivación suelen salir en la mayoría de los casos bien, puesto que gran parte del exito se basa en eso mismo, en transmitir ilusión y alegría en aquello que se hace. Yo como docente soy de los que pongo o intento poner todos los días la carne en el asador, y puedo decir que mi trabajo me apasiona, que me divierto dando clases, pero también es cierto que cuando tengo un mal día por cualquier circunstacia, lo noto y mis niños/as lo notan también, notan esa desgana, ese cansancio, ese problema que hace que no sea el de todos los días, por ello intento que esos días sean los menos posibles a lo largo del curso escolar.
También está como muy bien dice el Profesor Miguel Angel, aquellos que se toman su trabajo a broma, que les da igual una cosa que otra, que no les importa nada, que lo que buscan es solo poner la mano a final de mes y llevarse su paguita, desgraciadamente todavía quedan personas así y que son la lacra de la Educación actual. Pero debemos ser optimistas, porque también hay gente muy válida y que pone no solo el corazón en lo que hace, sino el alma también. Un saludo, y como siempre Gran artículo.
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