Fuente: PAWS. |
Durante este trimestre hemos trabajado la condición física, el año pasado intenté trabajarla de manera cooperativa utilizando la técnica de marcador colectivo. Este año he intentado utilizar una metodología híbrida, utilizando tanto la metodología cooperativa como la individualizada.
Comenzamos trabajando en las primeras sesiones la resistencia, a través de la carrera de larga duración. Este contenido suele gustar poco a los chavales, por lo que hay que buscar estrategias para proponerlo de forma interesante al alumnado. Eso de "correr por correr" no tiene mucho sentido para ellos. Ahora, si le proponemos un reto a superar, su motivación sube como la espuma, y se pegan más tiempo corriendo del que se creían que eran capaces.
En una primera sesión, estuve trabajando la técnica de carrera a través de una forma jugada, denominada carrera de habilidades. Dividía la clase en cuatro grupos, los cuales se colocaban en cada una de las esquinas del patio del centro, en cada ancho del patio se realizaba una habilidad (Talones a glúteos y Skipping) y en los largos se corría a un ritmo sostenido, no muy rápido. Para salir a realizar las tareas a lo ancho o largo del patio, antes, tenían que jugar entre ellos en su esquina, en parejas (estaban puestos en grupos de 6 o 7) a piedra, papel o tijeras. El que ganaba salía a realizar la tarea, el que perdía, tenía que buscar a otro compañero, y hasta que no ganaba no podía salir. Es una forma de que los niños corran, descansen y a la vez jueguen. El simple hecho de tener que jugar en las esquinas, cambiaba la motivación de correr, se pegaron toda la clase dando vueltas al patio y trabajando la técnica de carrera sin apenas darse cuenta. Estaban jugando y se lo estaban pasando bien.
En las siguientes sesiones, ya propuse una metodología cooperativa, explique la importancia de llevar un ritmo sostenido en una carrera de larga duración, entre 140 y 160 pulsaciones, la toma de pulsaciones y el uso del cronómetro. Elaboré una ficha de registro, para que anotaran los tiempos y las vueltas que iban dando. Y dividí la clase por tríos. De tal forma un compañero hacía la función de corredor, otro compañero controlaba el cronómetro y el último era el encargado de anotar tiempos y vueltas en la hoja de registro. Los roles iban cambiando en cada una de las series propuestas, que fueron aumentando en sucesivas sesiones. Empezamos con diez series de doscientos metros, posteriormente seis de trescientos metros y terminamos con cuatro de quinientos metros. El alumnado se daba cuenta en cada sesión de las pulsaciones que tenía al terminar cada serie, si estaba dentro de los parámetros establecidos o no, adecuaba el ritmo de carrera para poder aguantar sin problemas, se daban cuenta de que si salían muy rápido, no podían aguantar ese ritmo. Aprendían a manejar el cronómetro. Averiguaron que si todas las vueltas la realizaban más o menos en un mismo tiempo, significaba que estaban corriendo a un ritmo sostenido. Vieron que algunos compañeros son capaces de ir más rápidos que otros, y mantenerse dentro de los parámetros establecidos (140/160 pulsaciones).
En las siguientes sesiones, estuvimos trabajando la fuerza, a través de pequeños circuitos donde introducía ejercicios de crossfit adaptados al nivel de los alumnos. Los enseñé a realizar flexiones, y flexiones adaptadas (apoyando las rodillas) para aquellos que tenían más dificultades, realizaron planchas en parejas en las que tenían que pasarse una pelota para trabajar la zona del core, aprendieron a realizar sentadillas, prestando especial atención a la posición de la espalda a la hora de realizar la flexión de cadera, propusimos la realización de desplazamientos poco habituales (cuadrupedias y reptaciones) que nos sirven para trabajar toda la musculatura del cuerpo, también propusimos juegos de tracción y de empuje, prestando especial atención a las medidas de seguridad y a la realización adecuada de las tareas propuestas.
Por último, en las últimas sesiones, trabajamos la velocidad, a través de juegos de velocidad de reacción y carreras de relevos, proponiendo multitud de variantes en su realización.
En todas y cada una de las sesiones, como vuelta a la calma, se trabajó la flexibilidad, haciendo hincapié en la realización adecuada de los ejercicios, y poniendo el énfasis en aquellos músculos más implicados en la realización de las tareas propuestas.
Para terminar, en la última sesión, elaboramos un circuito con diferentes pruebas en las que se trabajaban las diferentes cualidades físicas básicas, dividimos la clase en varios grupos, e iban realizando las actividades propuestas, posteriormente se les concedía un tiempo de descanso, entre dos o tres minutos, donde tenían que rellenar una ficha, indicando la cualidad física trabajada en ese ejercicio.